La refinanciación de créditos es una de las alternativas más usadas cuando el deudor se ve abrumado por el pago de la deuda y necesita cambiar las condiciones del préstamo con el fin de buscar una solución viable tanto para el banco como para él.
La refinanciación o reestructuración de crédito no es más que la modificación de las pautas del contrato firmado por ambas partes al inicio. Es imprescindible que tanto deudor como entidad bancaria estén de acuerdo, ya que ninguna de las partes puede tomar la decisión de forma unilateral.
Por lo general, los cambios que se le hacen al contrato crediticio suelen ser de: plazo, tasa de interés, sistema de amortización y más. Es una medida en la que el deudor esclarece su situación actual, justificando el hecho del por qué no podrá cumplir a cabalidad con las exigencias del documento previamente establecido.
No obstante, este crédito no solo se usa en casos de falta de liquidez por parte del usuario, pues también puede usarse como estrategia para aprovechar cambios en las condiciones del mercado, las cuales pueden volverse mucho más favorables para invertir. Ahora, dada esta premisa, ¿qué tan conveniente puede ser refinanciar un crédito? Obviamente el banco al ver que las primeras condiciones estipuladas en el contrato no pueden ser cumplidas, sin dudas deberá tomar medidas en las que, extendiendo el plazo de pago u otra característica sustancial, no se vean afectados las ganancias y beneficios iniciales.
Es en este punto en el que para saber exactamente si es favorable o no necesitamos analizar y tomar en cuenta varias cosas, las cuales podrás ver en este post. Solo sigue leyendo e irás poco a poco deduciendo si será una buena o mala decisión.
¿Cuándo es conveniente refinanciar un crédito?
Refinanciar consiste en extender el plazo en el cual se va a pagar el precio por el simple hecho de que el usuario es incapaz de cumplir con las cuotas fijadas al inicio. Por lo general, la cuota mensual disminuye, pero el plazo se alarga mucho más, aumentando también el monto de la deuda debido a la refinanciación. ¿Cómo se aumenta el monto? Debido a que, al efectuarse un segundo contrato, el banco va a sumar el interés del nuevo contrato al capital + interés del primer contrato. Ejemplo: Si el préstamo fue de $10.000 al 6% serían $10.600 a cancelar; sin embargo, al refinanciar, el mismo porcentaje de 6% se le suma a los $10.600, dando un total de $11.236.
Sabiendo esto sabemos que no es una opción solo para un momento en que nos queramos dar un respiro o un gusto, ya que vamos a extender innecesariamente la deuda con el banco. Asimismo, tampoco es recomendable usarse para invertir en un negocio, a menos, eso sí, que exista plena seguridad en que la ganancia por hacer el negocio sea mayor al valor adicional de la refinanciación.
Volviendo al primer ejemplo: los $10.600 debían pagarse en 10 cuotas de 1060$, pero debido a la refinanciación ahora puedes pagar 20 cuotas de $561,8, lo que supone un ahorro mensual de $530, con una elevación de $31,8 por cada cuota, que multiplicado por 20 dará un total de $636 sumados a la deuda anterior.
Entonces, si el negocio que vas a realizar tiene total seguridad de que generará por lo menos más que esos 636$ en el tiempo establecido, puede ser una opción un poco más viable, aunque, en caso de que no llegue a resultar como pensabas y sigues sin tener el dinero necesario para pagar las nuevas cuotas sin dudas que te habrás metido en un problema de morosidad con el banco.
Bien, dados estos ejemplos, es necesario que sepas otro detalle bastante controversial que suponen estos refinanciamientos de crédito por parte del banco. Sucede que una de las condiciones que beneficia al deudor al momento de solicitar el refinanciamiento es el evitar aparecer en el sistema de morosos como insolvente, y aunque esto sea cierto, en la mayoría de los casos, el cliente queda con la notificación de “pérdida”, la peor de todas, algo que no es muy ventajoso para el deudo en cuanto a próximos préstamos.
Entonces, ¿es conveniente o no refinanciar deudas con el banco? Tal cual lo hemos analizado, depende de la situación. Aun así, a continuación, vamos a ofrecer una lista de consejos y recomendaciones profesionales para solicitar la refinanciación de la mejor manera posible.
Consejos para refinanciar un crédito
Sí, si estás leyendo esto por interés financiero seguramente es porque ya están embarcado; no obstante, si aún no has firmado el primer contrato, te recomendamos evaluar muy bien tus posibilidades en relación a lo seguro, al flujo de ingresos que has tenido en el último año, pues nunca es la idea tener que invalidar un primer contrato por no cumplir condiciones, para dar apertura a otro.
Ahora, si ya estás en plena deuda, el primer paso que necesitas es aceptar el problema. No esperes a que se te cumplan las cuotas para acercarte al banco y notificar la falta de liquidez para pagar las mensualidades, ya que esto puede ser tomado de forma hostil por entidad bancaria, así como además puedes arriesgar tus antecedentes crediticios frente a próximos préstamos.
Ten la iniciativa de ir al banco a solicitar ayuda antes de que sea el banco quien te envíe los recibos de insolvente, ya que, estando en estado de moroso tienes menos posibilidades de encontrar soluciones que sin estarlo.
Una vez que quedas reportado como moroso las puertas para poder obtener un préstamo bancario quedan netamente cerradas, por lo que, recomendamos ir al banco antes de que esto suceda.
Una vez que hayas obtenido la atención del banco, procura de la refinanciación te extienda el plazo lo justo mínimo para tener solvencia mensual, pues el llamar a una segunda refinanciación es una alternativa impensable.
No hay ninguna otra manera para salir de una deuda que el trabajo y la disciplina financiera. ¡No te des lujos en medio del pago! Si solicitaste un crédito pudo haber sido para comprar un bien; no obstante, para comprar un bien necesitas que tu ingreso mínimo mensual te dé abasto tanto para pagar cada cuota y para sobrevivir mediante las necesidades básicas.
Ahora, en caso de que haya sido para la creación de un negocio, es necesario que dejes siempre un capital como resorte en caso de que el negocio no empiece tal cual lo esperabas. Además, si para el negocio debes pagar arriendo procura trabajar en función del pago de alquiler y el pago mensual al banco, ¡ahí se te irán las ganancias en primera instancia! Lo importante es que los primeros meses te dediques solo a mantener el inventario de la empresa y estar solvente por todos lados, una situación que te brindará beneficios excelsos a futuro.
Así que, si vas a solicitar un crédito trata de ser siempre precavido, no te lances a un riesgo tan grande con el banco, pues recuerda que una marca en tu historial crediticio será permanente y te puede perjudicar para siempre, ¡tenlo en cuenta! Puede que necesites luego otro crédito para algo mucho mejor.
¿Qué otra alternativa tengo para estos casos?
Además de acudir al mismo banco para solicitar una refinanciación de crédito, también tienes la posibilidad de pedirle a otra entidad bancaria que compre tu deuda, para así finiquitar tu asunto con la anterior empresa financiera.
Por supuesto que, el banco que compre tu deuda fijará su propia tasa de interés, y en este paso, procura que sea menor a la tasa del préstamo anterior. Obviamente, al igual que en el caso previamente mencionado en todo el post, habrá interés sobre interés, aunque cabe la posibilidad de que el interés del banco que compra la deuda, sea menor que el que pondría el que ya había emitido el financiamiento.
Eso sí, debes saber que para que una entidad bancaria acceda a cancelar tu deuda, no puedes estar ya en condición de moroso, pues no habrá oportunidad alguna, teniendo que recurrir única y exclusivamente al banco inicial.
En cualquier caso, recuerda que debes anticiparte al llamado o al incumplimiento, ser transparentes, sinceros y tener la disposición firme de pagar del método que se requiera para buscar el equilibrio entre beneficio para el deudor y beneficio para el banco.
Conclusión
Refinanciar créditos es una opción que realmente es poco saludable. El hecho de que nuestras finanzas no puedan dar respuesta a los intereses pautados en primer lugar es un síntoma bastante preocupante que debe transformarse lo más pronto posible. No obstante, no desesperes, a cualquiera le puede acontecer, así que no te avergüences y antes de que esto suceda acude a la entidad bancaria o a otra para vender la deuda.
Sí, hemos sido muy enfáticos en el último punto, pero es que es indispensable, pues la piedra angular de esta operación radica en el interés por renegociar con el banco antes de que te lo pida, pues si te lo solicitan las condiciones pueden ser peores para ti.